viernes, 22 de octubre de 2010

Michael Pearson en AEGUAE


Publicado también en Café Hispano (Spectrum)

La
Asociación de Estudiantes y Graduados Universitarios Adventistas de España (AEGUAE) ha invitado para la convención de este año a Michael Pearson, vicedirector y profesor de Ética y espiritualidad de Newbold Collage, y Presidente del Centro para la Diversidad de Newbold. Su libro Millenial dreams. Seventh day Adventism and contemporary ethics, de 1990, puede consultarse en Internet.

El título de la convención es “El laberinto moral”. En la presentación de la web de AEGUAE leemos: «Cada día de nuestra vida tomamos decisiones éticas […] en el contexto de un mundo en rápida evolución, donde los valores tradicionales están constantemente cuestionados. También tomamos decisiones como miembros de una comunidad de fe que tiene que crear una respuesta inteligente y vigorosa a tales preguntas. Nuestra comunidad de fe busca orientación a tales cuestiones tanto desde la Biblia como desde sus propias tradiciones e historia. Al final, individual y colectivamente, tenemos que hacernos la siguiente pregunta: ¿Los valores morales de mi iglesia me permiten vivir bien y vivir de manera responsable en un mundo complejo?»

El profesor Pearson «examinará nuestro pasado adventista para ver qué recursos nos ofrece para hacer juicios de valor difíciles hoy en día» y «proporcionará una metodología sencilla para el examen de cualquier cuestión moral, grande o pequeña».

Las convenciones anuales de AEGUAE son desde hace más de treinta años un acontecimiento fundamental para la Iglesia Adventista española. Plantean temas que interesan a no pocos adventistas, pero que difícilmente se tratan en las iglesias locales (especialmente en las más pequeñas). Ofrecen la posibilidad de encuentro de hermanos con inquietudes similares, y los enfoques aportados allí repercuten en las iglesias, donde en ocasiones se sigue profundizando en los asuntos presentados. A través de
Aula7Activa, la editorial digital de AEGUAE, se difunden transcripciones de las propias ponencias y otras publicaciones similares.

Por todo ello, resulta estimulante comprobar que este año la convención aborda cuestiones de ética. A veces el
énfasis escatológico de nuestro mensaje ha desplazado a un segundo plano la dimensión ética del evangelio, o bien la ha reducido a los “temas morales estelares” de la tradición puritana. Como el libro de Pearson aborda fundamentalmente estos temas (sexualidad, aborto, divorcio…) es de esperar que trate sobre ellos en las ponencias, pero satisface comprobar que Pearson también ha reflexionado sobre otros asuntos no menos importantes para nuestra iglesia. Por ejemplo, Spectrum publicó su comentario sobre la lección de la Escuela Sabática del 14 de noviembre de 2009, titulado El poder: Reflexiones sobre Números 16 y 17. No me resisto a reproducir algunos párrafos y añadir destacados:

«Al estudiar la lección de esta semana, muchos de nosotros podríamos pasar por alto las verdaderas preguntas que plantea, porque no reconocemos que tenemos mucho poder, y por lo tanto, suponemos que las preguntas planteadas son para que las respondan otros. Así, podemos hablar del abuso de poder por parte de otros en el ámbito público, en el trabajo, en la iglesia, y posiblemente en contra de nosotros mismos. Cualquier molestia que el estudio nos pudiera producir, será convenientemente evitada. El estudio de la lección puede ser convertido, de esta manera, en un pasatiempo seguro; incluso tal vez en una oportunidad para permitirnos criticar a otros y expresar un poco de auto-compasión.

»Por lo tanto, el punto de partida indispensable para cualquier discusión sobre este tema es el reconocimiento de que la mayoría de nosotros ejerce cierto poder sobre los demás, por muy limitado que sea, o por muy remota la forma de hacerlo efectivo. Los adultos tienen poder sobre los niños. Los hombres tienen poder sobre las mujeres. Los ancianos de iglesia y los pastores tienen poder sobre los miembros de las congregaciones. ¡Los maestros de la Escuela Sabática tienen poder sobre los miembros de la clase! Los gerentes tienen poder sobre los empleados, y los empleadores sobre los trabajadores. Todos estamos, pues, sujetos a la posibilidad de abusar de nuestro poder y de ser corrompidos por él. La influencia es poder. Por ejemplo, la influencia económica que todos poseemos en alguna medida, aunque sólo sea al pagar en el supermercado, es un poder real.

»Para un estudio honesto del tema de esta lección, también debemos admitir que las víctimas de abusos se convierten en victimarios con demasiada frecuencia. Si reconocemos la pertinencia de estas dos afirmaciones, la conversación entrará en un territorio profundamente amenazador. Porque, ¿quién está dispuesto a admitir –en una clase de la Escuela Sabática— que alguna vez podría haber abusado de su poder sobre los demás? ¿Y quién sabe adónde podría conducir este tipo de discusión? […]

»La mayoría de nosotros somos tentados al abuso de poder en contextos muy locales, sin mayor importancia y en gran parte ocultos. La mayoría de nosotros, la mayor parte de las veces, no nos enfrentamos a una lucha moral con respecto a los efectos de largo alcance de nuestras acciones. Más bien nos enfrentamos a menudo a la pregunta: ¿Qué diferencia, si la hubiere, puede causar mi acción en el gran esquema de las cosas? Edmund Burke ofrece una respuesta: “Nadie cometió un error mayor que el que no hizo nada porque podía hacer muy poco”. Y esto plantea una pregunta que se relaciona, la de nuestros pecados de omisión. ¿No somos culpables, en algunas ocasiones, por no protestar, por no rebelarnos? Después de todo, nuestros propios antepasados adventistas fueron, de manera significativa, verdaderos rebeldes.

»Las pirámides de poder están presentes en todas nuestras relaciones humanas. Y tenga por seguro que en este mismo sábado, se llevarán a cabo muchos abusos de poder en todo el mundo en nuestras iglesias, aunque sean pequeños en su mayor parte. Nosotros no somos una excepción en este sentido. El abuso de poder ocurre en todas las formas de organización social, y a menudo se presenta con disfraces respetables. […] La respetabilidad no es garantía contra el abuso de poder.

»Y aquí está el gran enigma para aquellos de nosotros que nos llamamos cristianos y que inevitablemente participamos en varios tipos de estructuras de poder. Seguimos a Aquél que parecía sentirse más cómodo en la presencia de los débiles, los marginados, los niños pequeños, las mujeres maltratadas, los leprosos miserables, los despreciados discapacitados. ¡Jesús aspiraba, según cualquier medida convencional, a no ostentar el poder, y sin embargo es el mayor iconoclasta de todos! Pues bien, ¡aquí hay algo de lo que vale la pena hablar!»

Si Pearson anima a la audiencia de AEGUAE a profundizar en este tipo de reflexiones autocríticas, puede ser una gran ocasión para impulsar las necesarias reformas que, en primer lugar individualmente, y también como colectivo, necesitamos afrontar los adventistas. Una de los desafíos más urgentes es precisamente el de ser conscientes de cómo el mensaje de Jesús supone una subversión de la concepción mundana del poder: frente al dominio del otro, la entrega al otro; entrega voluntaria (motivada por Dios), pero no sometimiento, sino apelación a la conversión.

Como complemento, uno de los talleres (dirigido por Josué Gil, profesor de Filosofía) tratará precisamente sobre la ética de los negocios y las organizaciones, un tema aplicable a nuestra propia organización (y a nuestros “negocios” como iglesia). Otros talleres estarán a cargo de Josep A. Álvarez (profesor del Col•legi Urgell) y tratarán sobre bioética y eutanasia.

Como siempre, el nivel de la convención estará marcado por la participación de los asistentes: las preguntas, las aportaciones, los intercambios, los debates, son una oportunidad de crecimiento personal y grupal. Quiero destacar también que en esta ocasión AEGUAE ha encontrado un alojamiento de precio muy asequible, el
Albergue Juvenil Torre de Alborache. Toda la información está disponible en la página de AEGUAE.

1 comentario:

  1. Este blog no está activo; tiene continuidad en el siguiente blog:

    https://jonasberea.wordpress.com/

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